miércoles, 4 de junio de 2008

Piedra y Mar

Quién es la roca quién el coral,
yo soy la ola, que bate sola
y su corazón rompe en soledad.
Qué absurdo culpar la piedra
que pasiva sigue su naturaleza,
si buscas culpas, culpa a la ola,
que jamás ceja, que embiste loca,
su vida, contra la roca.

No me fue del todo mal el examen de ayer,
pero tengo que hacer un par de trabajos y
preparar el del viernes.

Cuando paseo con los ojos cerrados, y el
sol me acaricia el rostro, olvido completa-
mente deberes y culpas ¡Qué placer! Al poco
me pregunto si nuestros descendientes
podrán también disfrutar del sol como
nosotros podemos disfrutarlo.

La vida debería ser algo sencillo.
Esta extraña vorágine que nos envuelve y
nos arrastra, cada vez la noto más cerca.
Casi ineludible. Dan ganas de hacer locuras.
Hoy creo haber descubierto qué hay al
final del amor. A veces pienso que nos
es imposible dejar de amar. Si estoy en lo
cierto, si realmente he descubierto qué
hay al final del amor, entonces sí que las
personas pueden dejar de amar. Es un
pensamiento un poco triste. Suerte del sol.

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